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La número uno de Italia comparte sus sensaciones en la víspera del torneo. “Roma es mi casa en todos los sentidos: estar con personas que me quieren me transmite tranquilidad. Espero aprovechar ese ambiente a mi favor”. Sobre su primer año con Nuria Rodríguez: “Muy positivo, trabajamos para seguir creciendo”.
10 giugno 2025
Jugar el BNL Italy Major siempre tiene un sabor especial, pero para Carolina Orsi aún más. Nacida y criada en Roma, allí descubrió el pádel y dio sus primeros pasos antes de mudarse a Madrid. “Roma es mi casa —dice la número uno italiana—, en todos los sentidos. Durante el torneo vivo con mi familia. Es una ventaja: estar con quienes me quieren me transmite paz. Y luego está el público, siempre cálido. Espero que me dé ese empujón extra. ¿Más presión? Sí, siempre la siento aquí, pero espero transformar eso en energía positiva”.
El año pasado, su eliminación en el debut dejó una herida, pero ya es parte del pasado: “Jugamos muchísimos torneos, así que es normal que algunos no salgan como esperamos. Fue una pena que ocurriera aquí, pero solo puedo mejorar y lucharé por lograrlo”.
Carolina, número 31 del ranking FIP, debutará el miércoles en segunda ronda, privilegio reservado a las cabezas de serie. A su lado, la habitual Nuria Rodríguez, con quien formó pareja justo después del Major del año pasado, marcando un año de colaboración. “Nuestra experiencia juntas ha sido muy positiva. Mantener este nivel es difícil, hay que pelear cada semana. Trabajamos para encontrar ese plus que nos falta para vencer a las mejores. Hemos competido bien contra muchas; tal vez nos falta un paso mental. Pero vamos por buen camino: somos una pareja respetada, incómoda para cualquier rival. Y además, nos llevamos muy bien dentro y fuera de la pista”.
¿Cambio de compañera? Ni pensarlo. Pero si tuviera que elegir una estrella, ¿quién sería? “Cualquiera estaría bien —responde con su sonrisa habitual—, pero no siempre hay química. Mi sueño es llegar alto con Nuria”. ¿Y su futuro? “Me gustaría seguir vinculada al pádel. Creo que incluso fuera de la pista encajaría, quizá en gestión deportiva. En la universidad fui profesora de tenis, me gustaba. El problema es que seguir a jugadoras de pádel significaría seguir viajando, y eso ahora mismo es un freno”. Tiempo al tiempo. Por ahora, el foco está en el siguiente partido. “Nos espera un duelo difícil, sea cual sea la rival. Lo prepararemos a conciencia y espero salir de la pista con la sensación de haber dado el 100%”. Ese es el objetivo cada semana. Pero en Roma, aún más.